martes, 17 de febrero de 2015

¿Por qué los vinilos?

Para las nuevas generaciones debe ser un signo de antigüedad insalvable el hablar o recordar nostálgicamente en cualquier ambiente la existencia de los discos de vinilo, esos armatostes circulares que usaban los abuelos en grandes aparatos reproductores llamados tornamesas o tocadiscos.




Pero más allá de un contraste generacional inevitable, haber tenido la experiencia de escuchar uno de esos discos de vinilo y atravesar el ritual completo de limpieza, cuidado de la aguja y la magia absoluta que representa la música que sale de esos surcos, es algo indescriptible, sencillamente, una experiencia de otra dimensión.

De hecho, para los melómanos de cualquier edad, y más específicamente para los audiófilos, el placer que puede abrazarte cuando te sumerges en la compleja claridad que se desprende de un disco de larga duración (LP), como se les conocía en su momento más álgido, puede ser intoxicante, abrasivo, completamente adictivo, superlativo en las sensaciones que provoca.

Entonces, ¿por qué un blog sobre vinilos? Simple, porque permite conocer algo más allá de los sentidos en cuanto a nitidez de calidad de reproducción de música se refiere. Si amas la música y te atreves, experimentarás la misma transformación por la que fui arrastrado cuando me dejé seducir por los surcos de acetato. Y no querrás volver.



En este blog hablaremos de la magia y pasión que despierta el vinilo, formato de grabación que hasta hoy no ha podido ser reemplazado ni mucho menos superado por ningún otro, motivo por el cual asistimos a una época de revalización del disco de vinilo. Pero sobre todo, escucharemos música de vinilo, que de eso se trata la vida, de sensaciones más que de palabras.

Vamos. Prepárate. El viaje recién comienza.




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